Bolígrafo Negro: Pues la que no se va.
Bolígrafo Rojo: Cuaderno ábrete, que vamos a empezar a manchar tus hermosas hojas
blancas con nuestra apreciada tinta.
(Aparecen en escena los Rotuladores.)
Rotulador Rojo: Perdonadme, pero creo que os habéis olvidado de que los
rotuladores podemos ayudar en la decoración del poema, poner dibujos tiernos de
amor.
Bolígrafo Negro: Pufff, menuda
tontería estás diciendo, vosotros no nos hacéis falta.
Bolígrafo Rojo: No es ninguna tontería, la decoración es igual de importante que
lo que se dice, además, no por el hecho de ser diferente a ti no debes
respetarlo.
Bolígrafo Negro: Pues yo prefiero no participar,
prefiero ir por libre y no perder mi esencia.
Rotulador Rojo: Creo que no
debes subestimar a los demás, ¿qué pasará cuando se te acabe la tinta?
Bolígrafo Negro: Que digo que
paso.
Bolígrafo Rojo: (le dice a Rotulador Rojo)
Ya se le pasará, no te preocupes.
Bolígrafo Azul: ¿¿Puedo participar?? ¿¿Qué hago??
Rotulador Rojo: Por supuesto que puedes, aquí debemos trabajar todos.
Bolígrafo Rojo: (manda al Azul) Puedes empezar a escribir
y yo subrayaré el título que pongamos entre todos.
Bolígrafo Azul: ¿Qué tengo que
escribir?
Bolígrafo Rojo: Una gota pasa por mi mejilla, blanca y sonrojada, teniendo la
mirada vacía, pasando por la suela, caminando paso a paso, sin llegar a ningún
lado, en este mundo real y humano, sacando a pasear la ausencia de la alegría,
sonriendo a todos sin importarme nada.
Bolígrafo Rojo: Pero ve
despacio y con buena letra.
Bolígrafo Azul: ¿Qué título le pongo al poema?
Bolígrafo Rojo: El reflejo de tu amor.
Rotulador Rojo: Totalmente de
acuerdo con Bolígrafo Azul.
Cuaderno: ¿¿Os importaría que los elogios fueran para más tarde?? Es que
tengo frío.
Todos: ¡¡Claro!!
(Se cierra el telón.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario